Del viaje a Uruguay me faltaba relatar lo más anecdótico. Todos los días el clima fue perfecto, salvo el domingo, que decidimos ir a conocer Casapueblo y Punta del Este, donde llovía finito, tupido y sin tregua.
Fuimos en micro de línea y con información poco precisa.
Para ir a Punta Ballena, donde está la famosa obra de Carlos Páez Vilaró, bajamos en la ruta y debimos caminar 1 km. bajo el agua, sin ver claramente a dónde íbamos. Llegamos empapadas.
El lugar es hermoso. Para llegar en un día soleado, que no era este, y poder recorrer
el entorno.
Allí estuvimos varias horas, secándonos en un hogar, comiendo, viendo
la exposición...
Varias salas como esta, con obras suyas y de otros artistas.
Páez Vilaró visitando el taller de Pablo Picasso
Un video que resume su vida y obra...
Y mucho merchandising...
El problema era irnos de allí, sin volver a mojarnos...
Tuvimos la suerte de que llegara Gustavo, un uruguayo tan solidario y amable,
que se compadeció de las dos pobres turistas argentinas y no sólo nos rescató de Casapueblo,
sino que nos llevó a conocer todo Punta del Este, parando en los lugares típicos para las fotos, disculpándose a cada rato por no ser un especialista en visitas guiadas.
Los "Dedos del Ahogado", según nuestro improvisado guía..
Vehículo de Gustavo Sarquis, "el más amable de los uruguayos", como lo bauticé.
El curioso puente que conduce a la Barra de Maldonado
Durante el paseo nuestro "salvador" comentó que le agrada conversar con Páez Vilaró y que comparte su filosofía de que "hay que realizar una buena acción cada día, por más pequeña que sea". Y él lo cumplió con nosotras.
Bueno, cuando se viaja en buena compañía hasta los días aciagos tienen su encanto, ¿no? Inolvidable, eso seguro.
ResponderEliminarUn saludo a las dos!
PD. Me gustan esos "Dedos del ahogado"
jajaja JuanRa, te aseguro que ESE dia, fui la peor compañía que Silvia pudo tener en el viaje...jajajaja. Las circunstancias hicieron que mi humor se transformara en algo insoportable hasta para mí misma.
ResponderEliminarma, me gustó el titulo del post, ja!
La buena compañía fue la del uruguayo que se hizo cargo de nuestra desventura.
ResponderEliminarEl título no hace más que parafrasear el dicho popular "viento del este, lluvia como peste".
Allí se cumplió.