Como los autos, después de un tiempo de andar en la ciudad, necesitamos hacer algunos kilómetros de ruta, a oxigenar la maquinaria, y para ello recurrimos al pequeño paraíso, que tenemos a sólo una hora de viaje.
Las Sierras de la Ventana...
Aunque en esta época del año no luce como en esta imagen ( que no me pertenece, pero me interpreta), el paisaje invernal también tiene su encanto...y lo vimos como sigue...
Primera parada, el Cementerio de Saldungaray, para fotografiar una de las obras emblemáticas del arquitecto Salamone, tan revalorizadas últimamente.
Según el historiador Eduardo Lázari, estudioso del tema, la rueda que contiene al Cristo se relaciona con la aficción del autor por el juego de la ruleta.
Y ya, con el Tres Picos a la vista...a disfrutar de las delicias gastronómicas que abundan cada vez más en la comarca.
A escasos kilómetros de la plaza de Saldungaray...
Con la leche de estas pacíficas "holando argentinas"...
...hacen ricos quesitos saborizados (a la pimienta, al pimentón, al orégano)
y los clásicos fontina, pategras, etc. Obviamente, probamos todos.
Y de paso, a ver los viñedos de la familia Parra, gente coherente, si las hay.
Justo que empezaba la visita guiada a la bodega...
....que culmina con la sugerencia de entrar a "El Silo",
pequeño y cálido restaurant gourmet.....
...y aunque no era lo planeado, allí nomás nos sentamos a almorzar,
tentados por el plato del día, que acompañamos con una copa de malbec (una para los dos)
producido en el lugar.
Era la tarde de domingo en que se jugaba la final del mundial en Sudáfrica.
Mientras españoles y holandeses tenían en vilo al planeta futbolero,
salí a captar imágenes por el centro de Sierra...
Paseo "Cura Malal", de estilo montañés.
Y el más nuevito, de estilo urbano...
Recién inaugurado, a la entrada de Villa La Arcadia,
otro apart hotel/resort, que sigue agregando alojamientos
de alta categoría a las sierras.
Cuando ya España se consagraba campeón mundial de fútbol por primera vez,
emprendimos la vuelta, disfrutando una rara puesta del sol.
Asomando de a pedazos, entre las nubes que presagiaban
la próxima nevada, se lo veía, a veces cuadrado, a veces un trapecio, a veces un punto..
A esa misma hora en Isla de Pascua y en el sur de América,
se observaba un eclipse total de sol.
Y cuatro días después, llegó a las sierras lo que todos esperaban...
Fabuloso esto de hacer (casi)el mismo viaje dándole a la ruedita del mouse y leyendo el pie de las fotos.
ResponderEliminarYo hubiera disfrutado mucho el momento de cata de quesos pues me encantan. Todos. Si me dieran a elegir sólo tres alimentos para comer en una isla desierta, uno sería el queso.
Ya puedes imaginar cómo se vivió aquí esa tarde de domingo "mundialera"
Creo que se la contaré a Vicz por carta.
Un saludo
PD. Y digo yo... un Cristo de la Ruleta? Vivir para ver!
Juan Ra: estoy elaborando la idea de un paseo gourmet por los lugares que conozco de Argentina y Chile, para que puedan viajar por estas regiones, aún quienes están a miles de kilómetros. Para ello debo reunir las correspondientes imágenes y me llevará algún tiempo.
ResponderEliminarLo del Cristo y la ruleta, es interpretación de un historiador actual.El autor de la obra ya no vive para aclararlo. Fue un arquitecto italiano, de apellido Salamone, contratado por los años 1930/40 para diseñar edificios públicos en los municipios de nuestra provincia (denominada Buenos Aires, igual que la capital del país). Sus obras, cargadas de simbolismo, fueron verdaderos hitos en la inmensa llanura pampeana. Su particular estilo está siendo estudiado y revalorizado en el presente.
Silvia: esperamos el paseo gourmet. Aunque algunos datos ya los he escuchado, es muy entretenido y agradable, como dice Juan, seguir la foto y el epígrafe.
ResponderEliminarComparto el gusto por la cata de quesos, mi padre hubiera dicho es para vos, ratona !!
Cris: el paseo gourmet prometido me va a llevar tiempo. Tengo la letra, pero las imágenes las estoy buscando, revisando viejos álbumes.
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